ASME B30.9 2018 ¿Qué debemos saber sobre la norma para eslingas?

Norma de seguridad para teleféricos, grúas, torres de perforación, polipastos, ganchos, gatos y eslingas

ASME

12/9/20254 min read

En el mundo del izaje y la manipulación de cargas, la seguridad no es un accesorio: es el centro de la operación. La norma ASME B30.9 (2021) establece los criterios técnicos para la fabricación, selección, identificación, inspección y uso seguro de eslingas utilizadas con grúas, polipastos, cabrias y otros equipos regulados por el estándar internacional ASME B30. Es una referencia clave para la industria, ya que permite reducir riesgos, estandarizar prácticas y extender la vida útil de los equipos.

¿Qué cubre la norma?

La norma se aplica a las eslingas utilizadas para manipular cargas en combinación con equipos de izaje. Se incluyen diferentes materiales y configuraciones como:

  • Cadenas de acero aleado

  • Cables de acero

  • Malla metálica

  • Cuerdas sintéticas

  • Correas sintéticas

  • Eslingas redondas de poliéster y materiales de alto rendimiento

Cada uno de estos tipos se analiza en profundidad, incluyendo su fabricación, configuraciones, limitaciones operativas, tabla de capacidades, factores ambientales y condiciones para inspección o retiro.

Conceptos básicos que debemos entender

Para aplicar correctamente el estándar, la norma define varios conceptos fundamentales que influyen directamente en la seguridad:

  • Ángulo de carga: se refiere al ángulo entre el brazo de la eslinga y la carga. A menor ángulo, mayor tensión y menor capacidad real. Este principio es crítico al usar eslingas en configuración doble o canasta.

  • Ángulo de estrangulamiento: aparece cuando la eslinga rodea el elemento y retorna sobre sí misma.

  • Abrasión: desgaste por fricción contra bordes, superficies o elementos en movimiento.

  • Condiciones anormales de operación: ambientes corrosivos, altas temperaturas, humedad extrema, atmósferas con polvo o exposición prolongada a la intemperie.

Comprender estas definiciones marca la diferencia entre una operación segura y un evento no deseado.

El papel del personal y del aparejador

La norma establece que el personal involucrado debe contar con competencia técnica, formación adecuada y experiencia en izaje, especialmente para:

  • Seleccionar adecuadamente el tipo de eslinga según la carga

  • Calcular la capacidad real considerando ángulos, accesorios o condiciones ambientales

  • Detectar deformaciones, cortes, corrosión o ausencia de identificación

  • Coordinar la operación con el operador, el equipo y otros elementos de rigging

La responsabilidad del aparejador incluye verificar la adecuada condición de la eslinga, asegurar la estabilidad de la carga y evaluar la geometría del levantamiento antes de iniciar cualquier maniobra.

Selección y capacidad de carga

Una de las contribuciones más importantes del estándar es que enseña a utilizar la capacidad nominal correctamente. La capacidad depende de:

  • El material y diseño de la eslinga

  • La configuración del enganche (vertical, canasta, estrangulamiento)

  • El ángulo de carga

  • La relación D/d, que evalúa el radio del punto de apoyo frente al diámetro de la eslinga

Un error frecuente es pensar que la capacidad nominal es fija. En realidad, con solo cambiar el ángulo de carga o el punto de apoyo, la capacidad puede disminuir notablemente. Por ello, es indispensable evaluar el levantamiento antes de conectar la eslinga o emprender la maniobra.

Identificación obligatoria

Cada eslinga debe contar con una etiqueta o sistema de marcación que identifique como mínimo:

  • Fabricante

  • Capacidad nominal

  • Tipo de material

  • Longitud

  • Advertencias de seguridad y condiciones de uso

Cuando una eslinga pierde la identificación, la norma es clara: no debe utilizarse hasta que reciba una nueva etiqueta o sea retirada del servicio. Esto evita improvisaciones y asegura trazabilidad técnica.

Efectos del ambiente y temperatura

Las capacidades reales de una eslinga no solo dependen del diseño, sino también del entorno. Los factores ambientales más críticos son:

  • Corrosión

  • Humedad prolongada

  • Sustancias químicas o vapores

  • Exposición exterior sin protección

  • Temperatura elevada, especialmente en cadenas de acero

La norma incluye tablas con disminución de capacidad por temperatura. Sobre 204 °C, por ejemplo, el impacto puede ser muy significativo. Evaluar el ambiente es tan importante como medir el peso.

Inspección, retiro y reparación

Uno de los pilares del estándar es el mantenimiento preventivo. La norma establece criterios claros para retirar una eslinga de servicio, entre ellos:

  • Cortes o abrasión severa

  • Deformaciones o aplastamientos

  • Corrosión perceptible o picaduras profundas

  • Reducción de diámetro en eslabones o cables

  • Daños visibles por calor, químicos o radiación

  • Falta de identificación del fabricante o capacidad

  • Accesorios deformados o con soldaduras no autorizadas

Si se detecta daño, no se debe improvisar reparación. Solo personal calificado o fabricantes autorizados pueden rehabilitar una eslinga bajo procedimientos controlados.

Buenas prácticas de operación

La norma recuerda que no basta con elegir una eslinga adecuada: su modo de operación influye directamente en el riesgo. Algunas recomendaciones clave son:

  • Evitar choques dinámicos y tirones laterales

  • Mantener radios adecuados en poleas, ojales o puntos de apoyo

  • Utilizar protecciones para bordes vivos o abrasión

  • Nunca exceder la capacidad nominal

  • Levantar de forma progresiva, controlada y coordinada

  • Asegurar estabilidad antes de despegar la carga del suelo

El estándar incluye un apéndice con ejemplos de protección para eslingas, útil para evitar desgaste o corte en bordes, vigas, perfiles o maquinaria pesada.

¿Por qué es tan importante aplicar ASME B30.9?

El objetivo de la norma es reducir accidentes, proteger vidas y bienes, y asegurar un estándar mínimo de competencia técnica. Su uso es especialmente valioso para:

  • Empresas de construcción o infraestructura

  • Talleres de izaje, transportadores y operadores de grúas

  • Empresas dedicadas a inspección, certificación y mantenimiento industrial

  • Organizaciones que trabajan con maquinaria pesada o cargas suspendidas

Adoptar esta normativa aumenta la confiabilidad operativa, mejora la trazabilidad del mantenimiento y estandariza el proceso de inspección, retiro y control del equipo.

Conclusión

La norma ASME B30.9 ofrece un marco profesional para el uso seguro de eslingas en el movimiento de cargas. Es un recurso técnico imprescindible para reducir riesgos, aumentar la seguridad industrial y fortalecer la práctica del rigging en cualquier sector operativo. Adoptarla no solo es una decisión responsable: es una ventaja competitiva para cualquier empresa que trabaje con elevación de cargas y equipos pesados.

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